domingo, 22 de diciembre de 2013
Crazy
domingo, 24 de noviembre de 2013
Ven
lunes, 28 de octubre de 2013
It's All Your Fault
miércoles, 9 de octubre de 2013
Mi rosa con espinas
martes, 28 de mayo de 2013
Prisas y lluvia
miércoles, 15 de mayo de 2013
Se aman
martes, 14 de mayo de 2013
Face Down
jueves, 2 de mayo de 2013
Hablando sobre la vida
La vida es un suspiro. En cuanto te acostumbras a un cambio, llega otro. Y así constantemente. Hasta que nos llega la muerte. Entonces, no tienes opción, ni si quiera te da tiempo a aceptarlo, simplemente, te mueres. ¿Y qué hay después de esto? Unos dicen que el cielo o el infierno, otros hablan de reencarnación, y algunos no creen en nada. Siempre me ha gustado pensar que cuando me muera mi alma seguirá viva mientras alguien me recuerde. Puede que ni si quiera tenga alma, a lo mejor, ni si quiera soy un ente pensante independiente, quizá sea el producto de la imaginación de otro.
Y aún con esa incertidumbre volando sobre mi cabeza, no me queda otro remedio que vivir. Es lo único que puedo hacer, yo y todos. Y ya que tengo que vivir, debería hacerlo lo mejor que pueda. Pero, claro, eso no es fácil. Y si a alguien le parece fácil esta vida que venga a contarme su secreto. Pero, pese a todas las dificultades que se me han echado encima y que se me echarán, yo seguiré adelante. Porque, supongo que vale la pena hacerlo. Nadie me puede asegurar que cuando me muera podré contemplar una puesta de sol en verano u oír la lluvia en una tormentosa tarde primaveral.
Pero, por encima de todo, no sé si cuando me muera habré hecho todas aquellas cosas que alguna vez he deseado hacer. Creo que eso es lo que me mantiene con vida, los sueños. Si no fuera por estas ridículas metas ni yo, ni muchos otros, seguiriamos avanzando. Porque, aunque sea una chorrada, para ti eso es importante. Cada día, miles de personas se levantan de la cama porque tienen un objetivo que cumplir.
Siempre he sido una persona que se ha movido por retos, o por demostrarle a alguien que en realidad, soy más fuerte de lo que aparento. Creo que ha sido eso lo que me ha mantenido con vida. Me pasé años perdida y a la vez seguía queriendo demostrarle al mundo que no podría conmigo. Y aunque me rendí muchas veces, soy como el ave Fénix, renaciendo siempre de mis cenizas. Y en realidad, todos llevamos esa capacidad de reponernos después del desastre. Solo hay que encontrar la fortaleza suficiente para hacerlo.
Pero a veces, no puedes. Simplemente, eres incapaz de rehacer las piezas, de volver a montar tu puzzle interior. Y es entonces cuando los sueños y las metas no te sirven, porque tú mismo estás incompleto, eres como un coche al que le falta una rueda, hagas lo que hagas, te será imposible avanzar. Supongo que no somos de piedra, tampoco somos invencibles, podemos caer y no volvemos a levantar. Es una elección propia y nadie debería juzgarnos por ello. Si uno decide acabar con su viaje porque ha perdido el sentido, no puedes obligarle a vivir sin rumbo. A la larga, acaba siendo peor.
Cada mañana, cuando me despierto, me pregunto porque debería levantarme. Y me voy contestando, primero, pienso en las cosas más pequeñas, como, por ejemplo: "debo comprar tabaco". Puede sonar ridículo, pero, gilipolleces así hacen que acabe por salir de la cama. Pero cuando eso no funciona, voy enumerando metas más grandes que requieren un esfuerzo mayor por mi parte. Al final, siempre encuentras alguna excusa para mover el culo.
La vida es efímera, no sé cuanto tiempo se me ha dado, pero quiero aprovecharlo tanto como pueda.