lunes, 23 de julio de 2012

I hate everything about you

Su propia sangre corría por sus manos, trocitos de cristal que se le habían clavado en la piel como pequeñas puñaladas de dolor. El líquido rojo empezaba a caer al suelo y le manchaba las zapatillas blancas. Sin embargo no sentía nada, tan solo odio, un odio tan grande y masivo que lo desbordaba, necesitaba expulsarlo. Le volvió a dar otro puñetazo al espejo, y su reflejo se rompió en mil pedazos. Su respiración entrecortada era lo único que se oía en la estancia. Aquella habitación donde habían pasado tanto tiempo juntos.
Se arrodilló en el suelo observándose las manos ensangrentadas. ¿Qué demonios estaba haciendo con su vida? Ella le había abandonado, se había ido para siempre y sin embrago ahí seguía él, buscando su olor en las esquinas de su habitación. Se apoyó en la cama, esa en la que él solía estirarse y le acariciaba la larga melena rubia. Fijó la vista en el armario, aquel en el que guardaba la guitarra que ella le había regalado, un pequeño instrumento lleno de notas perdidas al viento, cada cuerda era un recuerdo y cada acorde que sabía un beso a escondidas. 
Tres largos años de relación y ahora se daba cuenta de que ella nunca le había amado, de que, de echo, le odiaba. Se levantó, le dio una patada a la puerta del armario rompiéndola, sacó la guitarra con violencia y la estampó contra el suelo. "¡Te odio!" gritó repetidas veces mientras la madera del instrumento se esparcía por el suelo, cada viruta era un "te quiero" que caía en el olvido. Cuando al fin se quedó simplemente con el mástil en la mano lo lanzó contra el espejo, acabándolo de romper definitivamente. Un trozo de cristal le saltó a la cara haciéndole una herida justo debajo del ojo. Lágrimas rojas, llenas de odio, rencor y dolor, de recuerdos que le asaltaban, como aquellos dos ojos azules parecidos al mar, como aquellas manos suaves que recorrían su espalda cuando no podía dormir.
Lo único que sentía es que ya no le quedaba nada, que lo había perdido todo en aquella melena rubia que había decidido irse para siempre. 

1 comentario:

  1. Quizás sea cosa mía... pero todas tus chicas son rubias xD

    Me encanta Three Days Grace, y la otra que pusiste de Green Day, también. De hecho es de mis favoritas.

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