miércoles, 26 de septiembre de 2012

26 de Setiembre

Suena el despertador. Otro año más, llega el 26 de Setiembre. Me giro, no estás, nunca estarás. Remoloneo en la cama durante un rato. 30 años de existencia y todavía siento que no he hecho nada bien en esta vida. Que poco van a cambiar las cosas si no cambio yo mismo de actitud. Me levanto, desayuno y me siento en el sofá. Tu ausencia es claramente palpable. Recuerdo como te tirabas a mi lado en el jardín, como veíamos las pequeñas nubes otoñales pasar por el cielo. Tu frágil corazón latía al mismo compás que el mío. Ahora ya no existía.
Decido salir a pasear a Bob, tu pequeño perro, aquel que rescaté de la lluvia tan solo unos meses después de empezar a vivir juntos. Él y yo, los únicos acompañantes en aquella fría noche de invierno en nuestra habitación. Te echa de menos, se lo noto en los ojos, aunque ya casi haya pasado un año, sigue esperándote a que vuelvas de trabajar, aunque no llegues nunca. 
Una fría llovizna nos cae encima. Me recuerda a aquellos días de primavera en los que salíamos a patalear charcos, a dejar que la lluvia nos calara hasta los huesos, volvíamos a ser niños por unas horas. Cuando vuelvo a casa veo una llamada de mi madre, supongo que quería felicitarme, sin embargo, apago el móvil y desconecto el teléfono fijo. No quiero que nadie me recuerde que pasa el tiempo.
Quizá si pudiera, si hubiese tenido el valor suficiente me hubiese ido contigo allí donde las almas vayan después de la muerte. Pero tú no querías eso, tú querías que viviera por ti todo aquellos que el cáncer no te dejó. Lo intento, créeme cuando te digo que lo intento, pero sin ti, ya pocas cosas tienen sentido en mi vida. Me tiro en la cama. Nunca había pasado un 26 de Setiembre tan triste.

19 años y tengo la sensación de llevar por lo menos 30 encima. 

1 comentario:

  1. Autodestrucción... típico de personas que prefieren vivir una vida gris agarrada a una sombra del pasado, que olvidar y sentir que si se olvido, no fue tan importante como pensaban...

    ResponderEliminar