Darte cuenta de que lo que más deseas en este mundo es acabar con un dolor absurdo que lleva años atormentándote.
Darte cuenta de que eres una mala persona, y que eres capaz de dejar en la estacada a personas que te han dado mucho.
Darte cuenta de que quizá por tu mala cabeza vas a estropear una amistad tan pura como un ángel.
Darte cuenta que quizá hayas encontrado algo parecido al amor cuando lo que en verdad tienes es una amistad preciosa que tu vas a estropear
Darte cuenta de que eres una inútil incapaz de aprobar el primer curso de una carrera relativamente fácil.
Darte cuenta de que hace años que en lo único que piensas es en acantilados.
Darte cuenta de que tu vida es tan pésima que escribes tus penas en una red social en vez de afrontarlas.
Darte cuenta de que eres una mierda que no valora lo que tiene y lo deja marchar.
Darte cuenta de que llevas días con insomnio, que tu mente es incapaz de dejarte dormir y que tu cabeza estalla cada noche.
Darte cuenta de que por más que lo intentes no logras salir de la espiral de autodestrucción en que te metiste hace años.
Darte cuenta de que tienes unos padres que te quieren y que lo único que sientes tu por ellos es como máximo aprecio.
Darte cuenta de que has estado mintiéndote a ti misma, creando un pasado que nunca has tenido y creyéndote que es cierto.
Darte cuenta de que por mucho que intentes sonreírle al mundo, cada noche esa sonrisa se desvanece en un oscuro mar de pensamientos.
Darte cuenta de que tienes gente que te quiere y que lo único que haces tú por ellos es llenarles la mente de preocupación.
Darte cuenta de que tu corazón está hecho pedazos y que por más que lo intentes reconstruir, siempre vuelve a romperse.
Darte cuenta de que eres incapaz de hacer algo a derechas y que todo lo que intentas hacer bien se va a la mierda.
Darte cuenta de que te autosentenciaste el primer día que viste tu propia sangre.
Darte cuenta de que no sabes aprovechar las oportunidades que te da la vida y que prefieres quedarte parada en la cuneta de tus pensamientos
Darte cuenta de que has estado desperdiciando los mejores años de tu vida jugando con el dolor, la pena y la muerte.
Darte cuenta de que hechaste a perder tu adolescéncia bebiendo de la botella de la amargura y el sufrimiento.
Darte cuenta de que ya no sabes que es real, si esto es un sueño o que quizá seas producto de la mente de alguien.
Darte cuenta de que crees que tu única salida es huir de los problemas en vez de afrontarlos.
Darte cuenta de tu estupidez y caer aún más en estos pozos de odio a ti misma.
Darte cuenta de que hace años que no duermes siete horas de un tirón y sin pesadillas.
Darte cuenta de que el amor te esquiva mires dónde mires.
Darte cuenta de que te has perdido en tu propia mente y no sabes como salir.
domingo, 27 de mayo de 2012
sábado, 26 de mayo de 2012
A veces las personas estamos mejor calladas y cerradas en nuestra propia mente. Somos marionetas de nuestros pensamientos, en la carne vivimos nuestros actos pero después lo que sufre las consecuencias es el alma. Grabado a fuego quedó tu nombre en mi corazón, dime tú, tierra que cubre mi espalda que se supone que debía haber hecho. Lágrimas y cigarrillos, ya no es el humo lo que me ahoga por dentro sino esta sensación de incertidumbre, de falsas esperanzas y de malos días juntados con toda la desolación de mi mente. Demasiado surrealista para este mundo tan marcado. Demasiadas dudas que me matan poco a poco. Demasiada pena y dolor en mi ser.
La humanidad me da asco, pero aquí la reina de toda esta mierda soy yo, la culpable de mis actos yo y la única que puede poner fin a todo este circo yo y solamente yo.
Me voy directa al abismo sin despedirme.
La humanidad me da asco, pero aquí la reina de toda esta mierda soy yo, la culpable de mis actos yo y la única que puede poner fin a todo este circo yo y solamente yo.
Me voy directa al abismo sin despedirme.
miércoles, 16 de mayo de 2012
Quan pelo patates
ATENCIÓN: ESTA HISTORIA ESTÁ EN CATALÁN
Quan pelo patates
em dóna per pensar. La cadència del ganivet traient la pell del tubercle grogós
em porta els records de quan era petita. Aquells divendres a casa de l’àvia
veient fascinada com la pell, marró y rugosa, acabava convertint-se en una estranya
tira recargolada. La vida era més fàcil quan em podia divertir amb una simple
pell de patata. Ara, de tota aquella innocència, no en queda res, tot és
complicat, no hi ha res fàcil. La societat m’emprenya, la pressió de la gent
m’estressa, tot el meu pensament està condicionat pel “què diran”. El ganivet
se m’escapa i acabo fent-me un tall al dit gros de la mà dreta. La patata es
taca de vermell, i sembla que el tubercle estigui sagnant. No puc evitar pensar
que aquella sang és la de la meva innocència perduda entre peles de patates. Em
rento el tall sota aigua freda i m’enveno el dit de qualsevol manera. Això em
porta un altre record, aquella tarda d’abril en que, al caure de la bici que m’havia
regalat el meu avi, em vaig clavar un ferro al braç. Em miro la cicatriu que em
va quedar, somrient, el meu pare sempre em deia que era una ferida de guerra.
Que poc en sabia jo dels conflictes bèl·lics quan jugava amb un pal i em creia
una guerrera imbatible. Ara, cada dia, a les noticies hi apareix el reflex de
la mort d’innocents que lluiten per ideals que en el fons sempre resulten utòpics.
Vaig tornar a
agafar la patata que s’havia quedat tirada, tacada de sang. La vaig rentar i la
vaig continuar pelant tranquil·lament. El dit em feia mal, però intentava ignorar-ho.
Al final vaig acabar de pelar-la, amb certes dificultats. La vaig tallar a
trossets allargassats per fer-me unes patates fregides. Des de que vivia sola
menjava cada cop pitjor. Si la meva mare em veies ara s’escandalitzaria. Ella,
que sempre m’obligava a menjar verdura un cop per setmana, encara que jo
l’odiava. Vaig seure a la butaca del menjador amb les patates i un tall de carn
en una safata. Cada dia trobava a faltar els meus pares, des d’aquell accident
que se’ls va endur ara fa dotze anys. Si no hagués estat per la meva àvia,
hauria acabat amb la meva tieta, en una casa aïllada amb l’única companyia dels
seus cinc gats i els seus llibres de cuina. L’àvia sempre m’explicava que la
tieta tenia sang de bruixa i que en realitat els seus llibres de cuina eren
receptes de pocions per convertir la gent en gripaus.
Vaig somriure,
també trobava a faltar l’àvia, que havia esperat que tingués divuit anys per
deixar el món en pau. Només em quedava una patata, la vaig agafar i me la vaig
acostar als ulls, era realment imperfecte, però era comestible. “Pelar patates
no és sa” em vaig dir mirant-me el tall del dit i deixant que el sol que
entrava per la finestra em fes quedar-me adormida.
domingo, 6 de mayo de 2012
Reflexiones bajo la lluvia
A veces me pregunto porque sigo viva. Me pregunto porque sigo caminando cuando lo que de verdad quiero hacer es acabar el camino de una vez por todas. Hace años que no me siento viva y que simplemente sigo respirando por los demás. No puedo dejar de pensar que si algún día me voy decepcionaré a demasiada gente. Además, me gusta pensar que soy importante para alguien, aunque sea mentira.
Lo peor de todo esto es que yo sola he caído, pero no puedo levantarme. Quizá mi destino sea no ser feliz nunca, quizá solo estoy aquí para intentar hacer felices a los demás mientras yo muero por dentro poco a poco. Me gustaría saber que espera de mi el mundo, cual es mi misión al fin y al cabo, si es que tengo alguna claro. No es fácil vivir con el alma hecha pedazos, al fin y al cabo, es como si viviera a medias.
Ninguno de mis deseos se ha cumplido nunca, yo misma me he impuesto metas que en verdad nunca he querido, y lo mismo he hecho con los sueños. Porque siempre he pensado que maté a mi verdadero yo para crear esta máscara de timidez y amabilidad. No soy adorable y mi corazón no es de luz.
El mundo estaría mejor sin mi, esto es un hecho. No aporto nada a esta sociedad, tampoco aporto nada que no sea dolor o preocupación a las personas que quiero, y eso quizá es lo que más me martiriza. La gente no sabe donde se está metiendo cuando empiezan a entrar en mi corazón y yo misma me siento culpable por dejar que entren. En él solo queda oscuridad, remordimiento, dudas y sufrimiento. Soy capaz de amar, eso, nunca lo he perdido, quizá porque es lo único que me reconforta, pero en el fondo sé que al hacerlo lo único que consigo es hacer más daño. Debería estar sola, así, todo sería más fácil.
viernes, 4 de mayo de 2012
Huida
- Un año, quizá dos, no lo sé.- dijo la chica de oscuros cabellos mirando al cielo
- Pero no lo entiendo.- le respondió su amiga situada a su lado.- ¿Porque te vas?
- Para que me olvidéis.- dijo ella, esta vez bajando la vista hacía al suelo, consciente de que aquella huida desesperada era lo más cobarde que había hecho en su vida.- para no volver nunca y dejar de haceros daño.
- Laura, tú no nos...- intentó replicar su amiga, pero la chica la cortó levantándose enfurecida con los ojos anegados en lágrimas
- ¡Si que lo hago! Tú no sabes lo que es ver en las caras de aquellos que te quieren la impotencia y el dolor, no sabes lo que es veros a todos sufrir por mi.- la rabia del momento pasó como una hoja al viento y Laura cayó de rodillas sin fuerzas, con el largo flequillo negro tapándole el rostro, aún así su amiga podía oír perfectamente su llanto.- no puedo soportar haceros daño, no puedo permitírmelo.
La chica se acercó a Laura poco a poco y la abrazó con fuerza dejando que las lágrimas de su amiga le mancharan la sudadera azul que llevaba puesta. No sabía que hacer, porque en el fondo ella tenía razón, la impotencia la carcomía por dentro.
- Lo siento.- dijo Laura, ahora más calmada.- no debería haberte gritado.
- No pasa nada.- dijo su amiga intentando sonreír, pero la tristeza que veía en los ojos de su amiga le rompía el corazón en dos.
Al final, la noche se les echó encima, haciendo que las dos chicas se fueran a sus respectivas casas, pero aquella noche Laura cogió una mochila que llevaba tiempo preparada en su armario con un poco de ropa, todo el dinero que tenía y el único recuerdo que pensaba llevarse: un pequeño colgante de un fénix.
Nadie la volvió a ver nunca.
martes, 1 de mayo de 2012
Rima LXVI Bécquer
¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca.
Las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
¿Puede existir algo más perfecto que las Rimas de Bécquer?
¿Pueden unas palabras describir tan bien lo que llevo sintiendo des de hace años?
La intensidad con que entra cada verso en mi corazón solo la siento cuando leo a Bécquer, maestro del romanticismo daría lo que fuera por ser capaz de escribir como él.
Vida y muerte, sufrimiento y descanso me parecen buenos sinónimos para estas palabras. Yo, como Bécquer vengo del horrible y áspero sendero y hacía el más sombrío y triste de los páramos me dirijo.
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